El sacerdote y periodista Juan Rubio
publica 'El fin de la era Rouco', un análisis de la labor desempañada por Rouco
Varela como cardenal de Madrid durante los últimos veinte años y presidente de
la Conferencia Episcopal Española durante los últimos quinze años
El periodista y sacerdote Juan Rubio.- RTVE
Juan Rubio es una de esas personas que habla menos de
lo que sabe e inicia frases que después prefiere callar. Quizá lo haga por
precaución ante la prensa, mundo que él domina a la perfección como director de
Vida Nueva, o quizá por respeto hacia su confidente. Sacerdote de la diócesis
de Jaén, Rubio ha sido y es un magnífico espectador de todo lo que sucede en el
mundo eclesiástico gracias a su papel periodístico y a través de las amistades
que ha ido trabando a lo largo de una vida. Entre ellas, la de un argentino,
que hace poco tiempo fue elegido papa y que se dio a conocer con el nombre de
Francisco.
Rubio salta de un tema de conversación a otro. Lo
mismo habla de Rouco Varela que salta a los crímenes de la Guerra Civil, que
pasa a criticar lo lamentable que es el drama que viven miles de jóvenes que
tienen que salir del país por falta de trabajo. "Eso también es un
atentado a la vida", denuncia. Entre respuesta y respuesta se cuelan
chistes, gazapos y anécdotas de tipo personal. Entre ellas, nos permite contar
una con su amigo Bergoglio cuando este sólo aspiraba al retiro. La anécdota
arranca con Juan Rubio preguntando a su amigo cómo veía la Iglesia en la
actualidad:
"Yo ya me voy a jubilar. La Iglesia la veo ahora
mismo como el pibe que le dice a su padre y a su madre que se va de marcha. Y
el padre y la madre le dictan la ley: A las 12 en casa. El pibe no llega a la
una. El padre y la madre discuten. A las 2 tampoco llega y los padres siguen
peleándose hasta que se van a dormir a dormitorios distintos y comienzan a
recriminarse hasta problemas anteriores. La ley era que a las 12 el hijo tenía
que estar en casa y la ley no se había cumplido. A las cuatro llega el pibe
echando sangre. ¿Qué deben hacer los padres? ¿Regañarlo o llevarlo al hospital?
Ahora misma la Iglesia los está regañando".
Señala en la obra que la Iglesia está en un momento de
cambio con la llegada del Papa Francisco. ¿Qué cambios está habiendo?
Yo creo que ya ha cambiado. El papa llegó a decir que
él no entra a juzgar ciertas cosas. El papa tiene un estilo distinto de
comunicación pero no es sólo marketing como alguien ha dicho. Él ya ha ido
rompiendo por los niveles bajos. Como por ejemplo ha terminado con la
injerencia del Vaticano en las cuestiones políticas italianas. El papa ya ha
cortado todo. Está devolviendo a la Iglesia cierta lozanía que había perdido.
Eso sí, a España todavía no ha llegado. En España hay que esperar a los
nombramientos en Madrid y Barcelona y a que salga elegido el presidente de la
Conferencia Episcopal.
Estos cambios supondrán el final de la etapa Rouco
Varela. ¿Qué balance se puede hacer de los 20 años que estuvo como cardenal y
los quince al frente de la Conferencia Episcopal?
Rouco Varela ha marcado una época en España. Pero hay
que entender que hay personajes que marcan una época pero no por su
personalidad si no porque hacen lo que se les ha pedido. En concreto, este
cardenal ha marcado el ritmo que se le pedía de Roma. Juan Pablo II y Benedicto
XVI son un mismo pontificado con dos caras. Este pontificado necesitaba en cada
país obispos preparados intelectualmente y muy preocupados por el laicismo. En
el '94 pensaron que el arzobispo de Santiago, Rouco Varela, podía tener ese
perfil. Era un hombre con la cabeza bien amueblada, era joven y España estaba
en unas circunstancias que preocupaban mucho a Roma porque como puente con
América Latina podía ser un laboratorio de laicismo. Eligieron a Rouco Varela
no porque fuera agresivo, pero sí que es tozudo. Tiene las ideas muy claras y
ha hecho lo indecible para cumplir con lo que le pidieron. Su mayor mérito ha
sido cumplir lo que se le pidió.
¿Y sus
grandes fracasos?
"Es un drama que la Iglesia sea identificada con
un gobierno de derechas y conservador"
Rouco tiene tres grandes proyectos personales en su
carrera y en los tres ha fracaso. El primero de ellos es impulsar un partido
político o al menos impulsar una rama católica dentro del PP. Este objetivo se
materializa, sobre todo, en el Congreso de Valencia con Eugenio Nasarre al
frente. Lo ha intentado otra veces, pero siempre ha fracaso. Ahora bien, sí es
cierto que puede tener alguna influencia en algunos diputados católicos. Pero
poca cosa.
El segundo objetivo era tener un medio de comunicación
potente. Creo que también ha fracasado. La COPE ha sido un desastre. No le
salió lo que él quería. A Jiménez Losantos lo tuvo que echar y echarlo fue un
fracaso. Ahora mismo 13 TV y la Cope se tienen que ir moderando porque los
obispos ya no están dispuestos a tolerar ciertas cosas. Fue Roma quien pidió
que se solucionara la situación Jimenez Losantos. No el papadirectamente pero
sí fue desde Roma. Le dicen que hay que arreglarlo porque la Iglesia no puede
estar en conflicto permanente con ningún Gobierno sea del color que sea.
El tercer
objetivo fue la creación de una Universidad potente. Pero tampoco le salió. La
creó pero no tiene la fuerza que quería. Hay muchas universidades en Madrid y
hay muchas que tienen más fuerza que la suya, como las del Opus. Rouco Varela
tuvo tres proyectos y no le salió ninguno.
Sin embargo,
Rouco Varela sí ha sabido cumplir la tarea que le impuso Roma y la Iglesia ha
tenido más influencia en España que en otros países de Europa.
No estoy de acuerdo. En Inglaterra no hay forma que el
gobierno pueda con la Iglesia de Inglaterra. En Francia, la laicidad es un
dogma para ellos desde 1905 pero no te creas que está tan claro como parece
desde fuera. En Alemania, la presidenta es hija de un pastor protestante.
Ahora, sí es verdad que en España llevábamos poco tiempo desde la Transición y
había mucha nostalgia de tiempos pasados y eso ha hecho que en España los
cambios sean mucho más lentos. El cardenal de Madrid ha tenido más abonado el
terreno porque se encontró con una Iglesia que pensaba en el pasado con aire de
nostalgia. No obstante, tengo que decir que España es un país que, aunque
parezca que no, tiene unas leyes muy laicas (más allá de los acuerdos con la
Iglesia) y contra eso es con lo que ha luchado el cardenal y no lo logrado. El
PP no ha retirado la ley del matrimonio homosexual y parece que si el PP retira
la reforma del PSOE del aborto, tampoco será a petición de Rouco.
¿Qué influencia ha tenido Rouco Varela en la intención
del PP de derogar la reforma del aborto del PSOE?
Creo que, efectivamente, el cardenal de Madrid y el
presidente de la Conferencia Episcopal han tratado de influir legítimamente con
sus ideas en estos temas. Está claro que la Iglesia nunca va a estar de acuerdo
con el aborto y que el presidente de la Conferencia, por extensión, tampoco. Lo
que no se puede decir de ningún modo es lo que dijo hace un par de días el ex
secretario general de la Conferencia Episcopal Española [Juan Antonio Martínez
Camino] de que quienes colaboren con el aborto tendrán la excomunión 'ipso
facto'. El lenguaje hay que cuidarlo porque el lenguaje es sangre.
También debo
decir que no creo que Rouco Varela haya influido en la decisión de Gallardón de
volver a modificar la ley del aborto. Ahora mismo el poder del cardenal ya está
de caída y me extraña mucho que Gallardón se haya sometido a los dictados de
Rouco Varela. Sobre todo, porque el enfrentamiento de Rouco con Gallardón y
Rajoy es evidente desde hace muchos años. Este cambio obedece a algo de más
calado en el PP.
Si no estuviera Rouco Varela al frente de la Iglesia
en España. ¿La situación sería igual?
Creo que con otro señor diferente a Rouco Varela todo
sería igual en el fondo aunque diferente en las formas. Con otro señor
tendríamos un lenguaje menos condenatorio. Se mantendría la misma doctrina pero
con un lenguaje más de misericordia. Lo primero debe ser atender al drama de la
mujer y después buscar soluciones. La Iglesia debe estar cerca de quien sufre.
El obispo de Roma, el papa, ahora mismo está diciendo lo contrario de lo que se
dice aquí. Si somos más papistas que el papa en España vamos a tener que
escuchar un poco al papa. El papa está hablando de misericordia sin tocar la
doctrina.
¿Puede la
Iglesia cambiar la doctrina sobre el aborto?
“La Iglesia
negocia mejor con un gobierno de izquierdas que con una derecha sin dios”
No. No creo que en el tema del aborto la Iglesia
cambie la doctrina en lo radical. Lo dudo muchísimo. La Iglesia, bueno, las
iglesias de todas las confesiones es muy difícil que lo cambien. La Iglesia, yo
creo, debe estar siempre apoyando a todo lo que sea vida. Antes, durante y
después. No sólo antes. Para mi es un atentado contra la vida que jóvenes
tengan que marcharse al extranjero porque aquí no encuentran trabajo y en esos
estamos muy callados. O que los amos del dinero se hayan hecho los dueños de
esta crisis, los desahucios... Para mi eso es tan fuerte como el tema del
aborto y, sin embargo, estamos muy silenciados.
Un momento de máxima crispación en la historia
reciente de nuestro país se produjo en 2009 con la misa celebrada en la plaza
de Colón de Madrid con presencia de multitud de obispos, saludo del papa vía
videoconferencia, y muchas críticas al Gobierno del PSOE. ¿Estas situaciones se
volverían a repetir con el papa Francisco?
Yo creo que el Gobierno está para ser criticado desde
todas las instituciones. Y la Iglesia es una institución. Una cosa es criticar
y otra cosa es intervenir. Yo creo que no debe intervenirse. Si un político se
considera cristiano y cree que debe defender sus ideas en el Parlamento que lo
haga. Pero la Iglesia no puede ni debe tener que interferir en unas leyes que
deben ser aprobadas en un Parlamento elegido democráticamente por el pueblo.
Sobre ese momento... Decir que fue un momento duro. Si
continuará Rouco Varela estoy seguro de que se volvería a celebrar en los
mismos términos. Porque Madrid es independiente de Roma. Otra cosa es que se
vayan cambiando los estilos y, lógicamente, el papa intentará cambiar los
estilos. Y, lógicamente, si el papa está tardando tanto en nombrar un arzobispo
de Madrid es porque se lo está pensando muy mucho.
No ha sido la única presión de la Iglesia hacia sus
feligreses. Últimamente se llega a decir que el rebaño de la Iglesia es
idéntico a la bolsa de votantes del Partido Popular.
Sí, y es un drama. Es un drama que el rebaño de la
Iglesia coincida con la bolsa de votantes del PP. La Iglesia no puede
identificarse con unas siglas. Yo siempre he dicho que para la Iglesia es más
fácil negociar con un gobierno de izquierdas, a los que claramente conoce, que
con una derecha sin dios. Una derecha sin dios, como la que tenemos ahora es
aún más peligrosa. Que la iglesia se haya identificado con un gobierno de
derechas, conservador es un drama.