Religión
en la escuela?
Tere Iribarren. Uno de los ejemplos más claros de
la desorientación y desconfianza que atraviesa este país es el dato de que, en
casi 40 años, no hayamos podido consensuar una ley de educación aprobada por
todos los partidos, y que no sea cambiada cada vez que cambia el gobierno.
Ello parece mostrar que los partidos ven en la escuela
un semillero de votos para su formación, y no un instrumento de formación para
el pueblo. El ministro Wert, en sus primeras palabras tras ser nombrado,
declaró que pensaba suprimir la Educación
para la ciudadanía porque era “mera ideología”. Y pretende que sus leyes sean modelo de una
objetividad carente de prejuicios… Por otro lado, algunas izquierdas hacen a
veces gala de una falta de rigor en sus análisis, que las desautoriza.
Algo de eso se refleja en la polémica suscitada por el
último decreto sobre la religión en la escuela. Por eso convendrá ver primero
los datos.
1.-¿Qué dice el BOE:
- “La asignatura de religión católica pretende colaborar en la formación de la dimensión natural que nace del asombro ante lo real y nos empuja a preguntas últimas sobre el sentido”.
- “La búsqueda de información, manejo e interpretación de fuentes bíblicas. El estudio del cristianismo requiere el manejo de las Sagradas Escrituras y textos referidos a las mismas que forman parte del corpus teológico acumulado a lo largo de la historia”.
- “Llama a un sentido crítico por la exposición y argumentación respetuosa de las creencias religiosas propias y ajenas”.
(Sec. I. pg. 15743)
La primera formulación valdría para el hecho religioso
en general y no debería ceñirse a “la religión católica”.
El segundo punto es correcto en cuanto habla de
“información e interpretación”, aunque aquí está ya ceñido exclusivamente a la
religión católica.
El tercer punto es correcto en cuanto habla de
“sentido crítico y argumentación respetuosa”. Ojalá todos los profesores
quisieran y supieran inculcar eso.
Por otro lado, tras una lectura minuciosa no he
conseguido encontrar el punto que se ha convertido en caballo de batalla: la
inclusión de los rezos en el aula. Dentro del capítulo La comunicación de la
persona con el Misterio de Dios, en los estándares de aprendizaje
evaluables se lee: “memoriza y reproduce fórmulas sencillas de petición y
agradecimiento”. Pero eso no es rezar: como aprender una rima de Bécquer
tampoco es hacer una declaración de amor…
2.- Consecuencia: un aluvión de opiniones…
- “Vamos a volver a los rezos en los colegios”, ha
avisado el portavoz del PSOE de Educación en el Congreso, Mario Bedera, en los
pasillos del Congreso”. (Pero no parece que vayamos a eso).
- Desde IU consideran inconcebible e inaceptable que un
estado aconfesional regule vía BOE “preceptos de fe”.(Tampoco he conseguido ver
regulado ningún precepto de fe)
- “La Conferencia Episcopal Española (CEE) no está satisfecha
por cómo ha quedado desarrollada la asignatura de religión en la LOMCE”. Pero,
dicho con todo respeto: la CEE no debería tener nada que decir aquí (como
tampoco la unión de imanes musulmanes o las iglesias evangélicas).
– Durán y Lleida ha señalado en un apunte en
su blog que el nuevo currículo de la asignatura ha provocado “múltiples
reacciones, y muchas han puesto de relieve una profunda ignorancia y a menudo
ganas de confundir a la ciudadanía con un pelo de demagogia”. “De ninguna
manera se hará rezar en los centros, eso sería catequesis. Pero no parece un
disparate que se pueda conocer y, por tanto, explicar alguna de las principales
plegarias y su sentido”.
Son sólo unos pocos ejemplos, pero significativos.
3.- ¿En qué quedamos pues?
¿Vamos a ser capaces todos de tratar los problemas de
una manera rigurosa y desapasionada?
3.1.- Después de más de 30 años en la educación, creo
que se ha minimizado el estudio de la Filosofía. La clase de Filosofía
pretendía enseñar a los alumnos a pensar… Y era el umbral de muchas
andaduras. Es inevitable entonces que se haya dejado sin fundamentos el
estudio del fenómeno religioso.
3.2.- La escuela debería ser un lugar de información y
de formación. No parece entonces que, en una sociedad plural, la catequesis (o
la indoctrinación, si así lo pretenden llamar otros) tenga lugar en la escuela.
3.3.- Pero la fe religiosa es además un hecho
cultural. Y como tal no puede menos de estar presente de algún modo en la
escuela. La pregunta será cómo. Pero negar toda presencia en la escuela al
hecho religioso, sería como si un gobierno de tecnócratas puros decide eliminar
de la educación toda referencia a la literatura
o al arte alegando que eso son fantasías y pérdidas de tiempo; y que lo que
hace avanzar al mundo es la tecnología…
3.4.- Por otro lado, los partidarios más acérrimos de
“religión
en la escuela” ¿se han preguntado de veras qué significa Dios para nuestros
contemporáneos? ¿Han advertido que Dios ya no encuentra su hogar en las
sociedades capitalistas y postmodernas (P. Hünermann) y que se ha convertido
“en un extraño en nuestra casa” (LL. Duch)? ¿Se han atrevido a investigar con
qué lenguaje creyente nos podemos acercar al niño y al joven inmerso en una
cultura materialista y “no religiosa”? ¿Creen que siguen sirviendo las
formulaciones obsoletas?…
Y, de hecho, al leer las largas introducciones de la
programación parece que estemos en una sociedad donde no han dejado
huella ni los filósofos de la sospecha, ni los paradigmas de la modernidad con
su “sacudida de los fundamentos” (P. Tillich), ni la posterior crisis de la
Modernidad. Parecen vivir en paradigmas premodernos. No es problema si se reza
en el aula o no. Hay retos nuevos que la Iglesia debe plantearse y
responder.
3.5.-. Unos y otros parecen desconocer que así como
otras ciencias han avanzado en conocimientos, también la teología y la espiritualidad
han recorrido un largo y desconocido camino; que hoy la religión católica (y,
en general, todas las religiones) vive con una pluralidad de opciones, y la
búsqueda en cada una de ellas debería ser conocida y valorada dentro de
la escuela…
Ojalá los profesores sean capaces de acercar a los
niños (en los cursos de primaria) unos temas adecuados, para que luego ese
alumno no los tenga que desechar porque no fueron trasmitidos con el rigor y la
hondura que el mensaje requiere.
Razón tenía, pues, Kant al decir: “¡atrévete a
pensar!” Pero toda audacia necesita una preparación.
4.- Quizás nos ayude a todos a
situar el tema, la carta que escribió a su hijo el socialista Jean Jaurés
(1859-1914), diputado por el Partido Obrero Francés de 1889 a 1898. Reelegido
después como parlamentario en 1902, 1906, 1910 y 1914, y fundador de L’Humanité,
que publicó la carta después de su muerte:
«Querido hijo, me pides un justificante que te exima
de cursar la religión, un poco por tener la gloria de proceder de distinta
manera que la mayor parte de los condiscípulos, y temo que también un poco para
parecer digno hijo de un hombre que no tiene convicciones religiosas. Este
justificante, querido hijo, no te lo envío ni te la enviaré jamás…
No es porque desee que seas clerical, a pesar de que
no hay en esto ningún peligro, ni lo hay tampoco en que profeses las creencias
que te expondrá el profesor. Cuando tengas la edad suficiente para juzgar,
serás completamente libre; pero, tengo empeño decidido en que tu instrucción y
tu educación sean completas; y no lo serían sin un estudio serio de la
religión.
¿Cómo sería completa tu instrucción sin un
conocimiento suficiente de las cuestiones religiosas sobre las cuales todo el
mundo discute? ¿Querrías tú, por ignorancia voluntaria, no poder decir una
palabra sobre estos asuntos sin exponerte a soltar un disparate? (…)
Estudias mitología para comprender historia y la
civilización de los griegos y de los romanos, y ¿ qué comprenderías de la
historia de Europa y del mundo entero después de Jesucristo, sin conocer la
religión que cambió la faz del mundo y produjo una nueva civilización? En el
arte, ¿qué serán para ti las obras maestras de la Edad Media y de los tiempos
modernos, si no conoces el motivo que las ha inspirado y las ideas religiosas
que ellas contienen? En las letras, ¿puedes dejar de conocer no sólo a Bossuet,
Fenelón, Lacordaire, De Maistre, Veuillot y tantos otros que se ocuparon
exclusivamente en cuestiones religiosas, sino también a Corneille, Racine,
Víctor Hugo, en una palabra a todos estos grandes maestros que debieron al
cristianismo sus más bellas inspiraciones? Si se trata de derecho, de filosofía
o de moral, ¿puedes ignorar la expresión más clara del Derecho Natural, la
filosofía más extendida, la moral más sabia y más universal? -éste es el
pensamiento de Juan Jacobo Rousseau- (…)
¿Querrías tú condenarte a saltar páginas en todas tus
lecturas y en todos tus estudios? Hay que confesarlo: la religión está
íntimamente unida a todas las manifestaciones de la inteligencia humana; es la
base de la civilización y es ponerse fuera del mundo intelectual y condenarse a
una manifiesta inferioridad el no querer conocer una ciencia que han estudiado
y que poseen en nuestros días tantas inteligencias preclaras. …
Querido hijo: convéncete de lo que te digo: muchos
tienen interés en que los demás desconozcan la religión; pero todo el mundo
desea conocerla. En cuanto a la libertad de conciencia y otras cosas análogas,
eso es vana palabrería que rechazan de consuno los hechos y el sentido común.
Muchos anti-católicos conocen por lo menos medianamente la religión; otros han
recibido educación religiosa; su conducta prueba que han conservado toda su
libertad…
Te sorprenderá esta carta, pero es necesario, hijo
mío, que un padre diga siempre la verdad a su hijo. Ningún compromiso podría
excusarme de esa obligación».
5.- En resumen: más allá de la
pregunta por religión o no religión en la escuela, quizás esté esta otra
cuestión: si la escuela es lugar privilegiado para la formación de mujeres y
hombres o un semillero de búsqueda de votos de los partidos.
Queda el reto a las comunidades educadoras para que
las leyes y programaciones que nos ofrecen los diferentas opciones políticas,
tengan menos relevancia, que la libertad de la escuela para ofrecer un
currículo con objetivos fundamentales, reflexionado y consensuado, y que hoy
más que en otros momentos hay que recrear.
***********
******
******
Posició
d’Església Plural sobre els continguts de l’ensenyament de la religió catòlica
a l’escola
28 febrer
2015 per Església Plural
Sobre la recent aprovació dels
currículums de l’ensenyament de la religió catòlica en l’àmbit escolar de
primària, secundària i batxillerat.
Església Plural rebutja aquest decret del govern
espanyol per considerar-lo una utilització il·legítima de l’espai educatiu per
a transmetre continguts d’adoctrinament i no pas formatius.
Església Plural considera positiu que l’Escola
faciliti el coneixement de les tradicions religioses presents a la societat i
afavoreixi el descobriment de la dimensió espiritual de la persona humana, com
element d’una educació integral. Defensem el dret fonamental de tota persona
humana a una educació que garanteixi el ple desenvolupament de la personalitat
humana, i el dret dels pares i mares a escollir la mena d’educació que volen
pels seus fills i filles. Aquests drets, pel que fa a l’educació religiosa,
s’haurien de garantir d’acord amb els Principis Orientadors de Toledo aprovats
per la Oficina d’Institucions Democràtiques i Drets Humans (ODIHR) de
l’Organització per la Seguretat i la Cooperació a Europa (OSCE), de març de
2007.
Escenaris com el representa aquest decret són
possibles perquè una majoria de l’episcopat espanyol continua pretenent un
model de neo-nacional-catolicisme que possibiliti recuperar la idea d’una
societat majoritàriament confessional, ja sigui per convicció o per imposició.
Aquests nous currículums de la matèria de religió
posen de manifest el fracàs d’una educació cristiana a la família i a les parròquies,
i intenten traslladar a l’escola allò que no són capaços d’aconseguir en
aquests altres àmbits.
Aquesta manera de fomentar la presència pública
de la religió catòlica, via imposició i amb matèries i pràctiques doctrinals
perjudica en primer lloc a la mateixa Església al reforçar la imatge que
trasllada de ser una institució que pretén tutelar els valors ètics i morals i
la llibertat de consciència. També perjudica el mateix sistema educatiu que, a
Catalunya, ha trobat un raonable equilibri, tot i que segurament perfectible,
per garantir el coneixement dels valors cristians sense violentar cap
consciència.
Per tot això demanem:
1.- A les forces polítiques progressistes, el
compromís que en la propera legislatura es retirarà aquest decret i s’iniciarà
una revisió urgent i profunda dels Acords Església-Estat per tal d’adequar-ne
les relacions a les noves realitats culturals, socials i polítiques.
2.- Que l’ensenyament religiós en l’àmbit de
l’escola pública o finançada amb recursos públics s’adequarà als Principis
Orientadors de Toledo de la ODIHR-OSCE i de manera especial al Principi número
10 que diu: ” Els plans d’estudi sobre l’ensenyament de les religions i les
creences han de prestar especial atenció als fets crucials, històrics i
contemporanis, relacionats amb les religions i creences, i han de recollir els
aspectes locals i mundials. Hauran de ser sensible envers les diferents
manifestacions locals del pluralisme religiós i laic existent a les escoles i a
les comunitats a les que presten servei. Aquesta sensibilitat farà possible
atendre els interessos dels alumnes, els pares, i altres actor s socials
implicats en l’àmbit de l’educació
2. A l’episcopat de Catalunya, que es desmarqui
d’aquesta regulació curricular, que reivindiqui la feina feta aquets darrers
anys per institucions confessionals, docents i administració per trobar un
model equilibrat en la impartició aquesta matèria i l’experiència força exitosa
d’algunes escoles. També que promogui un debat sobre la presència de la religió
a l’escola amb la comunitat educativa per tal de trobar fórmules que permetin
fer-la més propera i eficaç per la formació integral dels nostres infants i
joves.
Barcelona, 26 de febrer de 2015”.