Del "Hagan lío" a la "Curia
Vaticano-céntrica"
Francisco: ocho meses, ocho decisiones,
ocho frases
Siria, Banco Vaticano, Sínodo, reforma de la Curia,
vivir en Santa Marta...
Francisco
transformó aquellas promesas en decisiones sobre la Iglesia, la familia, el
papel de la mujer, el Vaticano, que quedaron plasmadas en frases e imágenes
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Desde el momento en que se anunció que se llamaría Francisco,
el 13 de marzo pasado, pudo atisbarse cuál sería su impronta. "Cómo me
gustaría una Iglesia pobre y para los pobres", dijo Jorge Bergoglio
días después, en italiano, sentado frente a un micrófono frente a una multitud
expectante durante la audiencia a la prensa internacional que siguió al
cónclave que lo proclamó papa.
Eligió el nombre en honor al fundador de la orden
franciscana, San Francisco de Asís, uno de los santos más célebres de la
Iglesia. Y dejó entrever a través de sus primeras palabras como pontífice que
introduciría un estilo diferente en la Iglesia, de mayor apertura a otros
credos, de austeridad, de tolerancia, de integración. Que sería un papa
cercano a la gente e inauguraría un nuevo estilo, informal y distinto. A
sabiendas de que sería criticado por los sectores conservadores eclesiásticos.
A lo largo de los últimos ocho meses -los primeros de
su papado- Francisco transformó aquellas promesas en decisiones sobre la
Iglesia, la familia, el papel de la mujer, el Vaticano, que quedaron plasmadas
en frases e imágenes.
DECISIONES
CLAVE
1. El papel de la mujer. El rol de las mujeres en la Iglesia
es uno de los focos de discusión tanto fuera como dentro de la institución. En
este sentido, Francisco destacó la necesidad de elaborar una nueva teología de
la mujer. En octubre, destacó la carta apostólica Mulieris dignitatem, que
consideró un "documento histórico", al ser el primero del magisterio
pontificio dedicado por completo al tema de la mujer. "Sufro cuando veo en
la Iglesia o en algunas organizaciones eclesiales que el rol de servicio, que
todos nosotros debemos tener, que el rol de servicio de la mujer, resbala hacia
un rol de servidumbre", disparó el Papa, al salirse del texto que tenía
preparado para recibir a los participantes del seminario promovido por el
Pontificio Consejo para los Laicos en ocasión del XXV aniversario de la Carta
Apostólica Mulieris dignitatem , del beato Juan Pablo II.
2. Divorcio. Uno de los principales focos de crítica a la Iglesia
es la negativa de darles la comunión a los divorciados que se volvieron a
casar. Aunque algunos de los principales referentes del catolicismo niegan que
vaya a haber un cambio en esa posición, Francisco promovió recientemente el
envío de un amplio cuestionario sobre la situación de la familia moderna a los
obispos del mundo entero. El motivo es la proximidad de la celebración del
sínodo extraordinario de octubre del año próximo sobre "Los desafíos
pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización". En el
punto 4 del cuestionario, una de las preguntas es: "¿Los separados y
divorciados vueltos a casar son una realidad pastoral relevante en la Iglesia?
¿En qué porcentaje? En estos casos, ¿cómo viven los bautizados su
irregularidad? ¿Son conscientes, manifiestan indiferencia o se sienten
marginados y viven con sufrimiento el hecho y la imposibilidad de recibir
sacramentos?"
3. Santa Marta. Apenas asumió, el Papa transmitió una de sus primeras
decisiones. Aunque sutil, la determinación de no vivir en el lujoso
departamento palaciego de sus predecesores, sino en un alojamiento más modesto
del Vaticano en Santa Marta, dio que hablar. Al igual que particular estilo -no
utiliza autos lujosos, calza sus zapatos de siempre, porta un sencillo maletín
de mano, llama por teléfono a sus amigos e incluso a desconocidos, dialoga
abiertamente con los periodistas y usa un lenguaje sencillo-, fue una de las
primeras señales de que correrían vientos de cambio en la Santa Sede.
4. Reforma de la curia. Una de las principales señales de
cambio en la Iglesia de parte de Francisco fue la creación del denominado
"G-8", un consejo de ocho cardenales de todos los continentes,
designados por el Papa, que tienen instrucciones de asesorarlo en la reforma de
la curia y en el gobierno universal de la Iglesia.
5. Abusos a menores. Sin dudas, el de la pedofilia en el ámbito
eclesiástico es uno de los temas más controversiales en todo el mundo y
Francisco continúa en la línea de su predecesor, Benedicto XVI, el primero en
afrontar directamente ese tema. Sólo había pasado un mes desde su designación
frente al Vaticano, cuando Francisco llamó a actuar "con decisión"
contra los casos de abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes. Corría
mayo cuando, por segunda vez desde que fue elegido, el papa Francisco condenó
con fuerza la violencia contra los chicos. Más adelante, en julio, firmó un
decreto que endurece las sanciones penales contra los abusos a menores en la
Santa Sede y en la Curia. Y en octubre, destituyó a un obispo irlandés, William
Lee, que en 2010 reconoció haber protegido a un sacerdote pedófilo.
6. Designación clave. El 31 de agosto nombró como
secretario de Estado, en el puesto más importante de la Santa Sede, a Pietro
Parolin, en reemplazo del cuestionado cardenal Tarcisio Bertone. Días después,
el nuevo número 2 de Francisco planteó por primera vez desde la cúpula de la Santa
Sede que el celibato "se puede discutir".
7. La relación con otros credos. "Lo dije otras veces y quiero
repetirlo ahora: es una contradicción que un cristiano sea antisemita. Sus
raíces son un poco judías. ¡Un cristiano no puede ser antisemita! ¡Que el
antisemitismo sea vedado del corazón y de la vida de cada hombre y de cada
mujer!", dijo Francisco cuando empezaba su papado. Meses más tarde,
aprovechó para plasmar sus dichos durante varios días cuando, insólitamente ,
recibió en Santa Marta al rabino Abraham Skorka, amigo suyo, con quien mantuvo
cuantiosas charlas, desayunos, almuerzos y cenas. El Pontífice compartió el
rito de la bendición de los alimentos y supervisó si la comida de su invitado
es kosher. Meses atrás, había llamado "hermanos" a "los
musulmanes del mundo entero", en la misma línea que sus antecesores, Pablo
VI y Juan Pablo II.
8. El "Banco Vaticano". Controvertida en algunos ámbitos y
bien recibida en otros, el Papa creó en junio una comisión especial para
investigar el Instituto para las Obras de Religión (IOR), el llamado
"banco vaticano", creado en 1942, envuelto en escándalos y sospechado
de lavado de dinero. Desde la Santa Sede, revelaron que fue una idea de
Francisco. "Nació del deseo del Santo Padre de conocer mejor la posición
jurídica y las actividades del Instituto para permitir una mejor armonización
de éste con la misión de la Iglesia universal y de la Sede Apostólica, en el
contexto más general de reformas que sea oportuno realizar de parte de las
instituciones que dan auxilio a la Sede Apostólica", indicó un comunicado.
En julio, el director y el subdirector del Banco del Vaticano renunciaron en
medio de revelaciones sobre un escándalo financiero.
8bis. Su intervención en Siria. Durante las semanas más álgidas del
conflicto civil en Siria, es decir, cuando Estados Unidos expresó sus
intenciones de intervenir con fuerzas militares, el Papa tuvo un papel central.
Con una doble estrategia, diplomática y religiosa, Francisco llamó a la paz en
jornadas de vigilia y meditación, oraciones y audiencias públicas, convocó a 71
embajadores acreditados ante la Santa Sede para insistir en favor del diálogo e
incluso a través de Twitter. "La paz es un bien que supera cualquier
barrera, porque es un bien de toda la humanidad", sentenció en un tuit
publicado una mañana de septiembre.
FRASES
CÉLEBRES
1. "Diosa coima". Dos palabras disímiles que unidas
Francisco utilizó para fustigar contra la corrupción semanas atrás, en su
homilía en la misa matutina de la residencia de Santa Marta, donde vive.
Mientras el Vaticano se veía sacudido por el increíble caso del superior de los
camilianos, Renato Salvatore, arrestado por haber urdido el secuestro de dos
curas que hubieran impedido su elección al frente de la orden, Francisco llamó
a rezar "para que el Señor cambie el corazón de estos devotos de la diosa
coima y se den cuenta de que la dignidad viene del trabajo digno".
2. "Hagan lío". Hacía meses que se esperaba la
llegada de Francisco al continente americano. En los diarios del mundo, la
cuenta regresiva apuntaba a la última semana de julio. El Papa encabezaría la
Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Río de Janeiro. Cuando llegó el
momento, en una charla con jóvenes católicos de diversos países, entre ellos
varios argentinos, el sumo pontífice respondió una pregunta con un insólito
llamado: "¿Qué espero de la Jornada? Espero lío, que haya lío, que la
Iglesia salga a las calles. Que nos defendamos de la comodidad, que nos
defendamos del clericalismo", dijo.
3. "¿Quién soy yo para juzgar a un gay?". Moderado pero revolucionario,
Francisco pronunció esa reflexión a varios miles de pies de altura. Lo dijo al
responder las preguntas de varios periodistas que lo acompañaban de vuelta a
Roma, desde Río, junto a una nutrida comitiva. Uno de ellos lo consultó
respecto a su posición frente al al "lobby gay". "Si una persona
es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para
juzgarlo?", respondió. "El catecismo de la Iglesia católica lo
explica de forma muy linda esto. Dice que no se deben marginar a estas personas
por eso. Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta
tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby", dijo el
Papa.
4. "Obispo de lujo". Inesperadamente, se hizo conocido
en todo el mundo y los medios de comunicación decidieron llamarlo "el
obispo de lujo". El alemán Franz-Peter Tebartz-van Elst fue acusado, en
septiembre, de haber gastado supuestamente 31 millones de euros para remodelar
la sede de su arzobispado en Limburgo. Poco después, el Papa se reunió con él.
Y en octubre trascendió el comunicado, donde el Vaticano informaba que el
obispo sería apartado de su ministerio episcopal mientras se investiga en
profundidad "la cuestión de la construcción de la sede episcopal".
Francisco tardó poco en tomar cartas en un asunto sensible en relación a su
forma de conducir la Iglesia.
5. "No existe un Dios católico, existe Dios", dijo el Papa durante la primera
reunión del consejo de ocho cardenales de todos los continentes que lo ayudarán
a reformar la curia y a gobernar, y volvió a sorprender con fuertes críticas a
la administración central de la Iglesia.
6. "A los jóvenes les digo: ¡no tengan miedo de
ir contra la corriente!" "Cuando nos quieren robar la esperanza, cuando
nos proponen valores averiados, como la comida en mal estado, cuando la comida
está en mal estado nos hace mal, estos valores nos hacen mal", clamó el
Papa desde la ventana del tercer piso del Palacio Apostólico, durante la
oración mariana del Angelus a mediados de junio.
7. "Tírense los platos, pero no dejen de
perdonarse". Es conocida
la postura de la Iglesia, y del mismo Papa sobre el divorcio. Francisco lo dejó
en claro, pero con humor, durante un discurso a principios de octubre, donde
pidió a las parejas que hagan lo posible por mantenerse unidas en matrimonio a
pesar de las adversidades. "Yo a los recién casados siempre les digo,
peléense, tírense los platos, pero nunca terminen la jornada sin hacer la paz.
¡Nunca!", dijo, y causó risas y aplausos entre los presentes.
8. "La curia tiene un defecto: es
Vaticano-céntrica". La palabra 'apertura', utilizada en gran parte de los artículos que buscan
describir la dirección eclesiástica de Francisco, correspondería nuevamente,
esta vez, para describir la entrevista que el pontífice brindó a Eugenio
Scalfari, el fundador del diario La Repubblica, de 89 años.